Design thinking

¿Qué es?

Es un método para generar ideas innovadoras que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios. Proviene de la forma en la que trabajan los diseñadores de producto. De ahí su nombre, que en español se traduce de forma literal como «Pensamiento de Diseño», o «La forma en la que piensan los diseñadores».

¿Quién lo usa?

Empresas como Apple, Google o Zara lo utilizan. Al ser un gran generador de innovación, se puede aplicar a cualquier campo. Desde el desarrollo de productos o servicios hasta la mejora de procesos o la definición de modelos de negocio. Su aplicabilidad tiene como límites nuestra propia imaginación.

“Es una disciplina que usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo que una estrategia viable de negocios puede convertir en valor para el cliente, así como en una gran oportunidad para el mercado” .

Tim Brown, actual CEO de IDEO

¿Cómo funciona?

  • La generación de empatía: hay que entender los problemas, necesidades y deseos de los usuarios implicados en la solución que estamos buscando. Independientemente de qué estemos desarrollando, siempre conllevará la interacción con personas. Satisfacerlas es la clave de un resultado exitoso.
  • El trabajo en equipo: ya que pone en valor la capacidad de los individuos de aportar singularidad.
  • La generación de prototipos, la idea debe ser validada antes de asumirse como correcta. El Design Thinking propicia la identificación de fallos, para que cuando demos con la solución, éstos ya se hayan resuelto. Todo ello con un enfoque lúdico.

Para comenzar a utilizar la metodología es muy importante preparar estos cuatro puntos:

  • Los materiales: rotuladores, hojas de papel, notas adhesivas, lápices de colores, pegamento y una cámara de fotos. Serán herramientas para promover la comunicación visual, que es fundamental en la metodología. Una imagen vale más que mil palabras. Y lo que es más importante: una imagen puede evocar un sinfín de ideas, ya que da pie a la interpretación.
  • El equipo: cuanto más diverso sea, mejor. es imprescindible que haya al menos una persona con conocimientos sobre la metodología que sepa guiar el proceso. Y aunque debe tener un número estable de personas que participen desde el inicio hasta el final, se podrán sumar otras, dependiendo de la fase en la que nos encontremos. Por ejemplo, en la generación de ideas o en la prueba de prototipos.
  • El espacio: debe ser un sitio lo suficientemente amplio, luminoso e inspirador para trabajar en torno a una mesa, con paredes libres donde pegar la información que se vaya generando.
  • La actitud: es imprescindible adoptar una «Actitud del Diseñador». Ser curiosos, y observadores a cualquier detalle, para poder encontrar información trascendente. Debemos ser empáticos con las personas y con sus circunstancias. Ser capaces de ponernos en la piel del otro. Cuestionarnos el Status Quo, y no cargar con prejuicios o asunciones. Ser optimistas y positivos. Perder el miedo a equivocarnos, y ver los errores como oportunidades.

¿En qué consiste el proceso?

El proceso de Desing Thinking consta de cinco etapas.
  • EMPATIZA: el proceso de Design Thinking comienza con una profunda comprensión de las necesidades de los usuarios implicados en la solución que estemos desarrollando, y también de su entorno. Debemos ser capaces de ponernos en la piel de dichas personas para ser capaces de generar soluciones consecuentes con sus realidades.
  • DEFINE: durante la etapa de Definición, debemos filtrar la información recopilada durante la fase anterior y quedarnos con lo que realmente aporta valor y nos lleva al alcance de nuevas perspectivas interesantes. Identificaremos problemas cuyas soluciones serán clave para la obtención de un resultado innovador.
  • IDEA: esta etapa tiene como objetivo la generación de un sinfín de opciones. No debemos quedarnos con la primera idea que se nos ocurra. En esta fase, las actividades favorecen el pensamiento expansivo y debemos eliminar los juicios de valor. A veces, las ideas más excéntricas o singulares son las que generan soluciones visionarias.
  • PROTOTIPA: en esta, volvemos las ideas realidad. Construir prototipos hace las ideas tangibles y nos ayuda a visualizar las posibles soluciones, poniendo de manifiesto elementos que debemos mejorar o refinar antes de llegar al resultado final.
  • TESTEA: durante esta fase probaremos nuestros prototipos con los usuarios implicados en la solución que estemos desarrollando. Esta fase es crucial, y nos ayudará a identificar mejoras significativas, fallos a resolver, posibles carencias. Durante esta fase evolucionaremos nuestra idea hasta convertirla en la solución que estábamos buscando.

Este es el Desing Thinking, así que dinos, ¿cómo lo utilizarías en tu empresa?

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